Impacto de las remesas en la Economía Venezolana

El impacto de las remesas en la economía venezolana es una vaina que, ¡oye!, nadie se esperaba que se volviera tan clave, pero aquí estamos. Hoy día, la mayoría de las familias en Venezuela dependen, aunque sea un poquito, de esos reales que les llegan desde afuera. El país está en un nivel de crisis tan fuerte que la gente ha tenido que buscarse la vida en otros países, y desde allá, con sudor y esfuerzo, mandan lo que pueden para mantener a los suyos. Pero el tema no es solo recibir dólares; también está el enredo entre el dólar oficial del Banco Central de Venezuela (BCV) y el famoso dólar paralelo, que es el que realmente manda en la calle.

¿Qué es lo que pasa con las remesas?

Para ponerlo clarito, las remesas son esos cobritos que mandan los panas que se han ido del país, desde Estados Unidos, Colombia, España o donde sea que estén. Este billete es un resuelve tremendo para las familias que, si no fuera por ese ingreso extra, estarían fritas. La cosa es que, aunque no es la gran millonada, con 100 dólares que te manden desde afuera ya puedes comprar comida, pagar un poquito de las deudas o incluso ahorrar, si te estiras bien la plata. 

Pero entonces… ¿qué pasa cuando ese dinero llega al país? ¡Aquí es donde muchas personas no comprenden. Porque en Venezuela tenemos dos tipos de cambio: el “dólar BCV”, que es la tasa oficial que da el gobierno que informa de manera oficial, y el “dólar paralelo”, que es el que se maneja en la calle, es el valor real que la gente compra y vende segun demanda.

El dólar BCV vs. el dólar paralelo: ¿Qué papel juegan?

Pues, mira, el dólar BCV es como la versión “legal” de cuánto cuesta el dólar en Venezuela. Es el que define el gobierno a través del Banco Central, y se usa para todo lo que sea oficial, como recibir remesas por bancos o casas de cambio formales, tipo Western Union. Sin embargo, ese valor muchas veces no refleja la realidad de lo que la gente está dispuesta a pagar o recibir por un dólar. Y ahí es donde entra en juego el dólar paralelo.

El dólar paralelo, o como muchos le llaman “el negro”, es el valor real que manejan en el mercado informal. Esto se realiza para no perder dinero al vender o comprar. El dólar paralelo suele estar por encima del BCV (ofocial), ya que si intentas de comprar dolar al estado, no lo conseguiras ya que no hay disponible, lo que significa que las personas tengan que buscar dolares de otras formas, gente que revende o gente que ahorra en dolares y los venden en la tasa de dolar negro.

Para dar un ejemplo supongamos que el dólar BCV está en 35 bolívares y el paralelo en 40 bolívares por dólar, esto quiere decir que si te mandan 100 dólares por una vía oficial, recibirás 3.500 bolívares. Pero, si lo cambias por el paralelo, te llegarían 4.000 bolívares. ¡Esa diferencia es clave para muchas familias! Por eso, aunque sea ilegal, muchos prefieren buscar alternativas para cambiar sus remesas al valor del paralelo y no perder esos cobres que tanto necesitan.

Cómo se mueve la cosa en la calle

¡Es todo un show, de verdad! La gente está pendiente todo el día de cómo amanece el dólar paralelo. ¿Por qué? Pues porque si el paralelo sube, sube todo lo demás. Los precios de la comida, los servicios, todo se ajusta a ese valor. Así que los que reciben remesas muchas veces prefieren mantener los dólares en mano o en cuentas en moneda extranjera, para no perder valor con la inflación galopante que tiene el país.

La dolarización de facto en Venezuela ha hecho que muchos comercios acepten directamente pagos en dólares. O sea, vas al mercado o a una tienda y pagas con tus verdes. ¡Más fácil imposible! Pero eso no quita el hecho de que el bolívar sigue siendo la moneda oficial, y hay que seguir usándolo para ciertas cosas. Así que los que no tienen acceso directo a dólares, sufren aún más.

Además, los que reciben sus remesas a través de canales formales, como MoneyGram o Western Union, se ven obligados a cambiar ese dinero al valor BCV. Ahí es cuando el bolsillo duele, porque aunque recibas dólares, el cambio no te rinde igual. ¡Una frustración total!

Inflación, bolívares y el dilema de las remesas

Ahora, hablemos de la inflación. Esa es la verdadera pesadilla en Venezuela. La inflación está tan loca que, a veces, si no gastas los bolívares rápido, pierden valor de un día para otro. Por eso, el que recibe remesas en bolívares tiene que estar pilas y gastarlos lo más pronto posible. Es como si tu plata fuera agua que se evapora. ¡Así de dramática es la cosa!

Las remesas ayudan de gran manera a mitigar los sueldos de Venezuela. Aunque las familias reciban dinero de afuera, en muchas ocasiones no es suficiente para cubrir todos los gastos, porque los precios suben mucho mas rapido que lo que las familias ganan. 

Y bueno, ¿qué se puede esperar del futuro? 🤔 Pues, depende de muchas cosas. Primero, hay que ver cómo se comportan las economías de los países donde están los migrantes venezolanos. Si a esos países les va bien, las remesas seguirán fluyendo. Pero si la cosa se pone fea en Estados Unidos o España, por ejemplo, las remesas podrían disminuir, y eso sería un golpe durísimo para las familias en Venezuela.

Además, el tema de los costos de envío también es importante. ¡Mandar plata a Venezuela no es barato! Muchas familias pierden una buena parte de ese dinero en comisiones y gastos de envío. Si se logra reducir eso, más plata llegará directamente a las manos de quienes realmente la necesitan. Pero, por ahora, la gente sigue buscando las mejores opciones para que les rindan más los reales.

También está la incertidumbre sobre qué hará el gobierno con el tipo de cambio. Si deciden hacer ajustes o controlar aún más el mercado paralelo, eso podría afectar directamente el flujo de remesas y cómo la gente las recibe. ¡Todo un tema! Entonces, por ahora, la lucha sigue siendo cómo estirar esos dólares que llegan y hacer que duren lo máximo posible.

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